En esta ocasión os propongo un clásico de la cocina española, las patatas al ajillo. Se trata de una receta que se sirve en forma tapa en prácticamente toda la península Ibérica. ¿Quién no las ha probado alguna vez? Es una forma diferente de saborear este rico y saciante alimento que son las patatas. Además es de las elaboraciones más sencillas de pintxosya y podrás tenerlas listas en pocos minutos.
El secreto para cocinar la receta de patatas al ajillo está en cocer las patatas antes de freírlas. De esta forma se consigue que queden crujientes por fuera y blandas y sabrosas por dentro. No hay muchos más trucos más aya de esto.
Por si hay algún despistado que no conozca como cocinar al ajillo, aquí te mostramos en qué consiste esta famosa técnica.
Tabla de contenidos
Como preparar el ajillo
Lo que conocemos como ajillo no es en realidad nada más que una salsa elaborada a base de ajos. La salsa de ajo se utiliza en infinidad de elaboraciones en la cocina española. Algunos ejemplos son el conejo al ajillo, el pescado, camarones, gambas al ajillo, el pollo al ajo etc.
Existen diferentes formas para cocinar la receta de ajillo, pero de forma general se suelen utilizar varios dientes de ajo, aceite de oliva virgen extra, sal y pimienta al gusto, caldo de pollo y harina.
Para su preparación, se fríen los ajos en abundante aceite (algunas veces se añade un poco de mantequilla) y se añade la pimienta y sal al gusto. Después se añade el caldo de pollo y un poco de harina si se busca una salsa más espesa. Tras varios minutos removiendo se obtiene la tan utilizada salsa.
Ingredientes patatas fritas con ajo
- Patatas
- Ajos
- Perejil fresco
- Pimentón picante
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Agua
Elaboración de las patatas con ajo
- El primero paso para preparar nuestra receta favorita es comenzar pelando las patatas. Si vas a utilizar la receta como entrante recomiendo entre 100 y 150 gramos de patata aproximadamente por comensal. Una vez tengamos todas las patatas peladas, las cortamos en trozos pequeños e irregulares.
- El siguiente paso es cocer las patatas. Para ello, calentamos agua con sal en una olla de cocina y una vez que el agua empiece a hervir añadimos las patatas. 10 minutos será tiempo suficiente para que las patatas estén listas. Pasados los 10 minutos, las retiramos y escurrimos bien.
- Una vez que hayamos escurrido bien las patatas toca el momento de pasarlas por la sartén. Para ello, calentamos una buena cantidad de aceite de oliva virgen extra en una sartén antiadherente y añadimos nuestras patatas troceadas. Hará falta un tiempo aproximado de 7 minutos para que estén listas. De forma opcional también puedes utilizar una freidora, recuerda que lo importante es utilizar un buen aceite.
- Pasados los 7 minutos las retiramos de la sartén o freidora con la ayuda de una espumadera de cocina escurriendo bien todo el aceite. Recomiendo utilizar varias capas de papel de cocina absorbente sobre un plato y dejar reposarlas durante varios minutos para quitarles la mayor cantidad de grasa.
- Mientras el papel absorbente hace su trabajo comenzamos preparando el ajillo. Para ello, picamos los diente de ajo muy fino con la ayuda de un cuchillo de cocina bien afilado. Recomiendo utilizar una tabla de madera para no rayar la encimera o mesa de cocina. Hacemos el mismo trabajo con el perejil, utilizamos un cuchillo de cocina para picarlo muy fino. No seas cutre y evita los botes de perejil picado de supermercado, ¡el perejil fresco es muy barato y sabe mucho mejor!
- Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y sofreímos el ajo y perejil picado durante unos pocos minutos. Mucho cuidado de que no se nos quemen los ajos o echarás por traste toda la recete. Es mejor utilizar fuego medio y controlar bien el sofrito.
- Después, añadimos las patatas y lo dejamos todo junto a fuego medio durante 5 minutos. Nuevamente, mucho cuidado de que no se nos pegue y queme. Removemos bien durante este tiempo para que se mezclen bien todos los sabores. Podemos añadir una pizca de sal si te gusta la comida un poco más salada. No te pases con la cantidad de sal ya que el ajo aporta suficiente sabor.
- Por último, servimos en un plato y añadimos pimentón picante al gusto. El pimentón le dará un punto más de sabor y gracia a la receta, pero cuidado, con un poco de pimentón será más que suficiente. Con esto hemos terminado el proceso, ¡el resultado como puedes apreciar tiene una pinta fabulosa!